Los ejemplos anteriores representan algunas demandas habituales que se abordan en un proceso de terapia.
De forma breve, podría decirse que la Psicoterapia persigue convertir el sufrimiento o la inquietud en una ocasión de cambio y que se inicia y toma forma a partir de la demanda de ayuda del cliente. Las demandas, como los ejemplos listados, pueden ser más concretas o difusas, psicosomáticas o asintomáticas, y como dificultades que representan, son el punto de partida de un trabajo de transformación personal.
El trabajo de Psicoterapia que se propone en MARGUEBAH parte de un presupuesto fundamental existencialista: Todas las dificultades personales que limitan el bienestar de la persona, físico, psicológico o ambos, cuestionan, en alguna medida, su visión del mundo y de sí mismo. Así pues, por más cotidianas que sean las demandas, muy frecuentemente acaban traduciéndose en dilemas morales. Temas como la libertad, el deseo, la culpa, la espontaneidad, el amor, el perdón, la pérdida, la aceptación son personajes clásicos del trabajo terapéutico; los vínculos más significativos, (la familia, la pareja) el escenario predilecto de esas pasiones humanas.
Los beneficios de una Psicoterapia humanista son el autodescubrimiento que llega a alcanzar el paciente y la coherencia que se va consolidando entre lo que siente, lo que piensa y lo que hace, que redunda en su bienestar. A través del trabajo terapéutico se construyen una serie de capacidades para pasar a actuar sobre la realidad, transformándola (en vez de aguantarla o sufrirla) así como flexibilidad para lidiar con los acontecimientos complejos. La meta de la psicoterapia es la promoción de autonomía de las personas, para que puedan afrontar los retos que la vida presenta con confianza y vitalidad sin ayuda profesional.
En MARGUEBAH se combina un método conversacional con el Arte terapia. Para averiguar qué sucede, se propone un diálogo empático, exploratorio en el que el componente más importante es la escucha activa por parte del terapeuta. Todas las dimensiones del lenguaje, verbal, corporal, contextual son objeto de atención. A lo largo del proceso, el trabajo transita de lo concreto a lo conceptual y a lo vivencial, haciendo uso de la potencia de la expresión artística, sea a través del trabajo con el cuerpo, la música, la pintura, la escritura o la dramatización. Otra dinámica continua que permite el uso de la creatividad es la que pone en contraste lo literal (¿qué ocurre?) y lo simbólico (¿qué significa?). La expresión artística, en si misma ya comunicativa y terapéutica, se intercala en el proceso psicoterapéutico y lo impregna de sentido de una forma armoniosa, ajustada a los tiempos y necesidades de cada persona/pareja.
Encuadre del trabajo:
Ya sea en situación excepcional o por mera imposibilidad de desplazamiento, la atención terapéutica vía online mantiene sus posibilidades de ayuda eficaz respecto a una sesión presencial. Los procesos psicoterapéuticos tienen una duración muy variable (entre meses y años) según la naturaleza de la demanda y la implicación del cliente en el trabajo terapéutico. Durante tales procesos, pueden sucederse periodos de pausa o espaciamiento de las sesiones, inicialmente previstas con una periodicidad semanal.